Historia del pueblo albanés: La independencia de Albania

Hoy es el día más especial del año para el pueblo albanés. Y no, no me refiero a una final de la Champions entre el Real Madrid y el Partizán de Tirana. Hoy se celebra el 106º aniversario de la Declaración de Independencia de Albania, pero también se conoce este día como el Día de la Bandera (Dita e Flamurit).

Siguiendo los acontecimientos que he comentado en las anteriores entradas, la idea de reunir a todos los albaneses bajo una misma nación era un planteamiento que no venía nada bien con los intereses de las otras naciones balcánicas, ni con los del Imperio Otomano que cada vez estaba más débil.

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Debido a la fortaleza nacionalista surgida en los Balcanes, los serbios, los montenegrinos, los búlgaros y los griegos se unieron para derrotar al Imperio Otomano. Esta unión, llamada Liga Balcánica, comenzó una serie de luchas en lo que se conoce como Primera Guerra Balcánica, a partir de octubre de 1912.

Sabiendo las intenciones de estas naciones balcánicas, los albaneses tuvieron que apresurarse. Ismail Qemali y otros líderes albaneses organizaron el Congreso de Todos Los Albaneses además de la Asamblea de Vlorë. Su motivación era el autogobierno de los albaneses, es decir, la independencia. Pero como he dicho antes, hubo que apresurarse debido a los acontecimientos de la Primera Guerra Balcánica. Por tanto, Qemali, tras volver con el apoyo del Imperio Austro-Húngaro para la proclamación de la independencia de los albaneses, reunió a más de 80 delegados venidos de los 4 valiatos con mayoría albanesa, para exponer que la mejor forma de defender al pueblo albanés era llevar a cabo la independencia del territorio en que vivían, esto es, llevar aquella idea del valiato de Albania más allá, creando un estado independiente.

Tras la deliberación de los delegados invitados a la Asamblea de Vlorë, se firmó la declaración de independencia el día 28 de noviembre en la casa de Xhemil Beu, exmandatario de la ciudad de Vlorë.

Luego Ismail Qemali, junto a otros delegados, salieron al balcón principal de la casa donde se reunió la Asamblea de Vlorë y proclamaron la independencia de los albaneses mientras se mostraba la bandera roja con el águila bicéfala negra.

Esta decisión vino por sorpresa para el resto de las naciones balcánicas, pero éstas no cesaron en su intento de controlar los territorios proclamados independientes por los albaneses. Por ejemplo, los serbios querían una salida al mar para controlar el Mar Adriático, y esta muestra de poder albanés chocaba con sus intereses.

Para frenar esta guerra que se libraba en los Balcanes, se celebró un congreso en Londres (Imperio Británico) en que los albaneses, liderados por Ismail Qemali e Isa Boletini, pidieron el reconocimiento de Albania como nuevo estado, con los mismos derechos que cualquier otro estado. Sin embargo, el reparto de los territorios otomanos en los Balcanes perjudicó en gran medida a Albania.

Si tenemos en cuenta la propuesta albanesa ratificada con la declaración de independencia, se pretendía unir todos los territorios que comprendían los antiguos valiatos otomanos de Kosovo, Shkodër, Manastir y Janina, todos ellos con mayoría de población albanesa. Pero al final de este congreso, en 1913 se firmó el Tratado de Londres que supuso una división del territorio entre Serbia, Bulgaria y Grecia, donde Albania era reconocida como país independiente pero perdiendo la mitad de los territorios pertenecientes a los valiatos de Kosovo, Manastir y Janina.

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Esto supuso una victoria un tanto amarga para los albaneses, ya que, para ellos, trocearon la nación albanesa para favorecer a otras naciones más potentes y por intereses políticos y religiosos de Europa (recordemos que muchos albaneses profesaban -y profesan- la fe islámica, y Europa ha sido siempre cristiana, en su mayoría).

Como casi nadie quedó totalmente contento con el reparto realizado en el Tratado de Londres de 1913, comenzó una nueva guerra, la Segunda Guerra Balcánica, que acabó con el armisticio de las naciones serbia, búlgara y griega y la firma del Tratado de Bucarest, que daba las fronteras finales del actual estado de Albania.

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Aún con todo, el día 28 de noviembre es un día de celebración para el pueblo albanés, puesto que se festeja el reconocimiento de la bandera roja con el águila bicéfala negra y de la nación albanesa.

Por tanto, si conoces a algún albanés, o si quieres unirte a la celebración del pueblo albanés, te invito a que digas o a que escribas en tus redes sociales:

GËZUAR DITËN E PAVARËSISË!

Publicado por

Ainhoa Feal

Soy una traductora graduada en Traducción e Interpretación por la Universidad de Granada (España) y con máster en Lengua y Literatura Albanesa por la South East European University de Tetovo (Macedonia). Apasionada de la lengua albanesa y de su cultura.

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